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La sombra como puente hacia la luz.


La “sombra” representa en nuestra vida los impulsos inconscientes que reflejan la demanda interna de ser “completos” y de salir a la luz. La función de la sombra es compensar lo que está faltando en nuestra personalidad externa, está señalando aquello que aún tenemos que revisar para cumplir nuestra misión personal, nuestro destino único. Para algunas personas, la sombra puede contener sólo aquellas emociones que no han expresado, para otros se trata de contenidos mentales.

Contemplar esa parte oscura de nosotros mismos, la que no reconocemos, la que atisbamos cuando sentimos gran molestia ante las acciones y las actitudes de los otros, es un acto de valentía y el primer paso hacia el camino del bienestar espiritual. Si queremos vernos, contemplar las partes en sombra que nos impiden ver la luz, o que se interponen entre nosotros y la luz, esta actividad nos llevará a aceptar que aquello que llamamos “ nuestros problemas” son sólo una ilusión. Enfrentar el problema aparente, ver el mundo y a las personas como espejos que ayudan a descubrir nuestro proceso oculto, soltar el poder y dejar de pretender tener la razón, es un buen camino para la libertad del alma.

El juicio y la aceptación son dos caras del mismo espejo. Al aceptar tu sombra, podrás perdonar y soltar las cosas que te impiden ver tu verdadera imagen.

Las dudas, el miedo, los juicios, los conflictos emocionales son obstáculos en el campo de la evolución espiritual. Es saludable preguntarse sinceramente en qué forma alimentamos estos aspectos. Luego habrá que podarlos de raíz, desarrollar el coraje de ir al frente y cortar los hilos de la falsa ilusión liberando así la sombra e incorporándola para sentir la unidad que somos.

Suele ser de gran ayuda pedirle a las personas que nos rodean que nos digan sinceramente cómo nos ven, y puede contribuir q que nos veamos claramente en el espejo. Observarse uno mismo, libre de las ilusiones de perfección, y arriesgarse a ver “el otro lado de la montaña” permite alcanzar una perspectiva de la totalidad. Vivimos dentro de un esquema espacio-tiempo que se está expandiendo actualmente. Al sanar los pares de opuestos, podremos unir el cielo y la tierra, el frío y el calor, la luz y la sombra, y así formar unidades que se siguen una a otra marcando ritmos.

De acuerdo con el simbolismo proveniente del Antiguo Testamento, las siete vacas gordas seguirán a las siete vacas flacas, pero nos cuesta aceptar la sabiduría de la vida, desde la perspectiva del instante que se halla entre la nostalgia y el anhelo,que denominamos presente.


A mi sombra.

Encontré un ser, que necesita ser amado,

por todos y cada uno, en distinto grado.

Es cual recipiente sin fondo,

pues es imposible llegar a su hondo

y hambiento clamor.

No vale laurel ni distinción,

no existe acto de amor

Que satisfaga su corazón.

Ningún alimento puede colmar su apetito,

en su interior vive un niñito

carenciado y expectante,

que no podrá consolar ningún amante.



Del libro: Terapia del alma.(Particula divina recuperada).



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