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Mostrando entradas de junio, 2013

El saber profundo.

El saber profundo no es el que explica la realidad, sino el que experimenta la comunión con ella; el que evidencia que la vida plena sólo es posible a través de la comprensión de quienes somos después de habernos disuelto en las raíces de nuestra identidad. Porque no hay verdadero saber sin despertar. Y no hay despertar sin una modificación profunda de la vida interior. Y no hay visión confiable sin compromiso con la verdad. Y no hay más verdad que la descubierta dentro de nuestro ser. Jorge Bucay. "Para poder vivir verdaderamente, hay que renacer" Para renacer primero hay que morir. Y para morir primero hay que despertar." Gurdieff.

Guardar las alegrías.

Cuando conseguís encontrarte bien, la cuestión está, evidentemente, en  conseguir que perdure este estado. En realidad, cuando has vivido un  momento de armonía, de plenitud, es como si hubieras impreso algo:  permanece en vos, imborrable. Entonces te preguntas, ¿por qué no  perdura esta sensación? ¿Por qué al instante siguiente me siento inquieto,  desalentado?. Porque la vida es un perpetuo desfile y los instantes se  suceden, presentándonos sin cesar nuevas impresiones ,nuevos  acontecimientos, y como no has estado demasiado atento, no has  sabido quedarte con las mismas impresiones, te has dejado llevar por otras  ideas, otros sentimientos, otras actividades, con lo cual has perdido tu  paz, tu alegría. Pero debes saber que las huellas de lo que has vivido  han quedado en alguna parte de ti, ordenadas como discos o bandas  magnéticas en tu discoteca. El día que recuerdes que has tenido una v oz magnífica que entonaba músicas celestiales, podes sacar ese disco,  meterl

Intuición.

La intuición siempre existe en uno. Ha estado allí desde el comienzo. No la ha hecho el hombre ni necesita ser así. La llevamos en nuestro interior. Está a tu alrededor. Eres tú. No hace falta buscarla. Simplemente hay que reconocerla. Toma conciencia de que eres un espíritu de Dios. Ya no estás dormido. Ya no estás soñando. Has llegado a ver la verdad. La verdad es que eres un hijo de Dios que brilla y resplandece. M asami S aijoni .