Cada vez que te sientas perdido, confuso, piensa en los árboles, recuerda de qué forma crecen. Recuerda que un árbol con una gran copa y pocas raíces es arrancado al primer golpe de viento, mientras que, en un árbol con muchas raíces y poca copa, la savia apenas corre. Las raíces y la copa deben crecer en la misma medida, deben estar dentro de las cosas y estar por encima de ellas, sólo de esta forma podrán ofrecer protección, sólo de esta forma, en la estación adecuada podrán cubrirse de flores y de frutos.
Y después, cuando ante ti, se abran tantos caminos y no sepas cuál de ellos escoger, no elijas uno porque sí, sino siéntate y espera. Respira con la profundidad confiada con la cual respiraste el día que viniste a este mundo, sin que nada te distrajera; espera y espera aún más. Quédate quieto en silencio y escucha tu corazón. Cuando te hable, entonces levántate y ve donde él te lleve.
Susana Tamaro.
Imágen: Antony Spencer.
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A todo caminante que la vida trajo por aqui, le agradezco que deje su huella. Un abrazo!!!