En todos y cada uno de los momentos que pasa un ser humano sobre la Tierra se planta algo en su alma. Así como el viento arrastra cientos de semillas aladas, los momentos de la vida hacen germinar una vitalidad espiritual que arraiga imperceptiblemente en la mente y la voluntad de los hombres. Muchas de esas semillas innumerables mueren y se pierden, porque los hombres no están preparados para recibirlas, ya que esas semillas sólo pueden fructificar en los terrenos abonados por la libertad, la espontaneidad y el amor.
Thomas Merton.
queda todavia tierra abonada donde depositar semillas del alma? Este blog es un lugar apropiado para hacerlo ¡
ResponderEliminarMuchas gracias, en este lugar siempre vas a encontrar una palabra de aliento y de esperanza, yo creo en un mundo mejor y tambien creo que el cambio tiene que empezar en cada uno de nosotros.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo !!!