
“Cuando tengo el arco estirado” dice Herrigel a su maestro zen “llega un momento en el que, si no disparo inmediatamente, siento que voy a perder el aliento”.
“Mientras intentes provocar el momento de disparar la flecha, no aprenderás el arte de los arqueros” dice el maestro. “La mano que estira el arco debe abrirse como la mano de un niño. Lo que a veces altera la precisión del tiro es la voluntad demasiado activa del arquero”.
Un guerrero de la luz a veces piensa: “todo aquello que yo no haga, no se hará”.Y no es exactamente así: él debe actuar, pero ha de dejar también que el Universo actúe en su debido momento.
Paulo Coelho.
El Universo ha de dar su permiso y su visto bueno, el guerrero de la Luz no puede actuar por si solo, sino en Unidad, el hace pero el Universo es el que determina cuando, como y sus resultados. Y se da cuando hay afinidad para ello, si se cumplen los requisitos necesarios.
ResponderEliminarNo es disparar y hacer sino que se ha de determinar lo que hay, los fluidos...y luego se hace.
Magnifica reflexión de Paulo Coelho.
Un abrazo Pao.
Hay que entregarse, hay veces que las cosas no dependen de nosotros.
ResponderEliminarUn aprendizaje fuerte para tener en cuenta en el camino espiritual es que a veces nos creemos superiores,fuertes,que nada puede sacarnos todo lo que aprendimos, toda nuestra "evolución".
No nos olvidemos que sin la presencia de Dios en nosotros no seriamos nada.