
El antiguo refrán esconde una enseñanza moral. La responsabilidad de mis acciones. Todo lo que hago, aun en el secreto íntimo de mis pensamientos, tiene repercusiones lejanas. Se asoma una idea a mi mente…, y se estremecen los horizontes de mis amistades. Todo lo que pienso, lo que digo, lo que hago tiene alcance público, social, cósmico en la unidad de la naturaleza y en las vibraciones que nos hermanan con todos los seres humanos y con el mundo en que vivimos. A todos les afecta mi vida; como a mí me afecta la vida de todos. Nadie es una isla.
Quizá las orillas del lago no han visto al pez. Quizá se trata del lago Titicaca en las alturas de los Andes, o del lago Victoria en las espesuras de África, donde la extensión azul de las aguas aleja las orillas del horizonte visual de las olas. Pero sin ver, se siente. El agua es obediente al movimiento, y el menor contacto en la superficie lleva crestas cargadas de noticias hasta el borde lejano. Sensibilidad instantánea de la naturaleza virgen. Imagen y estímulo a nuestra conciencia individual para que aprenda a sentirse solidaria con todas las conciencias, y a medir el alcance insospechado de una acción mínima ante la expectativa callada pero alerta de la sociedad entera.
Todos me han visto asomar la cabeza. Todos lo saben. Todos se enteran. No digo que el miedo a que lo sepan me obligue a mantener la cabeza bajo el agua; pero sí digo que si decido sacarla, lo haga sabiendo que todos han de saberlo y que mi postura puede influenciar la suya hacia un lado o hacia otro. Nada queda oculto, y el saberlo ha de ayudarme a mí a ser más limpio en mis intenciones, más claro en mis pensamientos, más transparente en mis acciones. Todo lo que yo hago puede ayudar o estorbar a alguien. Esa consideración es para que me anime a hacer mejor lo que hago. ‘Nadie se salva solo’, se ha dicho siempre y ha sido verdad siempre. Vamos todos de la mano y es bueno que caigamos en la cuenta. Las orillas del lago lo saben todo sobre los peces.
Fernando Pessoa expresó la misma verdad con la profundidad gráfica de su lenguaje inigualable:
Las remotas estrellas vibran en su lejanía cósmica cuando yo me muevo sobre la tierra. Ellas también lo saben todo y reaccionan a todo lo que sucede en el universo del que son parte. Quizá eso explique por qué las estrellas centellean en las alturas al vigilar nuestros andares. Responsabilidad cósmica, metáfora otra vez y recuerdo poético de nuestra responsabilidad social. Ni las estrellas quedan intactas cuando yo me muevo. Y yo agradezco con alegría el aviso espacial. Quiero portarme mejor desde ahora, quiero ser más auténticamente lo que estoy llamado a ser, en beneficio de los lagos y las estrellas. Cada vez que mire al cielo me acordaré de ello.
Y la ciencia se une a la poesía. Eddington dijo:
Todo está conectado. Todo afecta a todo. El electrón al estremecerse contagia a su vecino, y este al suyo hasta los confines del universo. Hasta mis pensamientos secretos, que son vibración privada en neuronas ocultas, se comunican de alguna manera al entorno y lo afectan a fondo con su gozo o con su tristeza. Soy responsable de lo que pienso porque mi pensar crea también sus círculos de ondas que agitan la superficie del lago, y llegan hasta la orilla. El universo tiembla. Que los temblores que en mí se originan no sean temblores de destrucción y angustia, sino vibraciones de amistad y unidad hacia todos los seres que conmigo existen.
Hola Pao, vengo a saludarte y deserte una feliz Pascua.
ResponderEliminarhace tiempo que no sabemos una de la otra.
te dejo mi ternura
Sor.cecilia
Es cierto Sor Cecilia,gracias por tu saludo siempre tan afectuoso.
ResponderEliminaryo tambien intentare controlar mis pensamientos para que el universo entero se beneficie también . Gracias por compartir tanta verdad
ResponderEliminarGracias a vos por pasar por el blog y tomarte el tiempo de comentar.
ResponderEliminarHasta una isla esta afectada por todo lo que le rodea, la lluvia que cae con fuerza, un gran oleaje, los actos que hagan los que lleguen a ella...
ResponderEliminarTodo esta conectado y todo tiene una consecuencia.
Lo que hago yo, pienso, influye al de al lado y lo que hace el de al lado me influye a mi y así todo.
Algo que cada vez se tiene mas en cuenta pues la ciencia lo va verificando.
un abrazo.
Un abrazo Maric, me encantaría que todos lo tuviesemos así de claro, pero ultimamente veo muy poca compasión en la gente.
ResponderEliminarUn beso !!!