
Un explorador blanco, ansioso por llegar cuanto antes a su destino en el corazón de África, ofreció una paga extra a sus porteadores para que anduviesen más de prisa. Durante varios días, los porteadores apuraron el paso.
Una tarde, sin embargo, se sentaron todos en el suelo y dejaron la carga, negándose a continuar. Por más dinero que les ofreciese, los indígenas no se movían.
Finalmente, cando el explorador pidió una explicación para aquel comportamiento, obtuvo la siguiente respuesta:
- Hemos andado demasiado deprisa, y ya no sabemos ni dónde estamos ni qué estamos haciendo. Tenemos que esperar a que nuestras almas nos alcancen.
Paulo Coelho.
"Maktub".
Pues ese equilibrio nos lo deberíamos aprender y guardar en el inconsciente, cuando empezamos a caminar! Es ideal y perfecto para respirar con conciencia y en armonía el amor que está en el aire!
ResponderEliminarUn Besito Marino
Gracias es como si dijeramos que que Dios al paso del hombre y el hombre al paso de Dios un saludo frateno
ResponderEliminarEsta claro que por más rápido que caminemos para llegar a destino lo alcanzaremos antes de lo que precisamos. El equilibrio en su medida justa es la armonia perfecta para alcanzar nuestros objetivos de la forma adecuada.
ResponderEliminarLuz y Amor, Ni Nut
Preciosa lectura, nuestra vida la vivimos demasiado deprisa y no nos paramos a mirar cuantas pequeñas y bellas cosas perdemos por el camino. Son como trocitos de alma que no llegan a alcanzarnos.
ResponderEliminarUn beso Pao, feliz fin de semana.
Un abrazo y buen fin de semana de los SANTOS ..o hALOWEEN ..
ResponderEliminarLuz para el alma !!MUA!!