
Un error básico que extravía a muchas personas es el siguiente:
Piensan en Dios y en el hombre en términos sólo del momento o como mucho, de unos pocos años. Quieren ver todo encuadrado y arreglado en un año o dos y cuando esto no sucede, deciden que no hay justicia en el universo, ni ley, ni orden, y se preguntan por qué Dios no ocupa su puesto y hace algo.
Tú vas a vivir para siempre, -en algún lugar. Vas a vivir no por un siglo o mil siglos, sino para siempre. Y por lo tanto verás que un año o dos, o veinte, o treinta es un tiempo muy corto en el cual buscar resultados permanentes. Los molinos de Dios muelen lentamente, pero cuando lo hacen, muelen sumamente pequeño. El jardinero no dice que no exista ley en la naturaleza, sólo porque su siembra no crezca una semana después que la plantó. No decimos que el ferrocarril no funciona, sólo porque el tren no está en Chicago media hora después de salir de New York, pero a menudo somos tentados a pensar que no hay ley de justicia y rectitud, sólo porque no vemos los resultados de las buenas o malas acciones de las personas, poco tiempo después que han sucedido.
Lo que un hombre siembre, dice
Si parece que algún conocido tuyo tampoco está obteniendo las recompensas o los castigos que tú consideras se ha hecho acreedor, la respuesta es -que todavía no es el momento. Dios nunca es burlado, y tarde o temprano, cada oración es contestada. Cada buen pensamiento, palabra, o acto, produce sus frutos de felicidad y avance espiritual y, por supuesto, cada cosa negativa, por la cual somos responsables deberá ser confrontada y superada también. La naturaleza siempre se toma su tiempo y para entenderla debes tener una visión de largo alcance.
Emmet Fox.
La vida del alma es eterna, solo cambia de cuerpo de vez en cuando.
ResponderEliminarMe gusta Pao.
Abrazo al alma.
Dios, siempre está presente, derramando infinidad de bendiciones espirituales y terrenales, pero lo mortales, solo se acuerdan de Dios cundo están en aprietos, peor aun lo cuestionan, y se olvidad que la pregunta para la felicidad es “Para Qué”, cuál es el aprendizaje qué me lleva por el sendero de la felicidad que Dios quiere para mi!
ResponderEliminarUn Besito Marino
Siempre es más fácil echarle la culpa a otro, aunque este sea Dios, que reconocer los errores propios. Me ha gustado mucho este texto.
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