
Todo salió redondo, como si lo hubiera planeado.
El despertador no se trabó. Al bañarse quedaba jabón en la regadera, y el agua no se enfrió. El pan no se quemó. Su hijo lo besó espontáneamente.
Consiguió asiento en el micro. Llevó paraguas y llovió. Vio una mujer hermosa y ella lo miró. Le dijeron que era simpático. Cobró el sueldo entero, sin descuentos. Alguien le contó un chiste nuevo, y era bueno. No olvidó las llaves. El perro saltó para saludarlo. Su equipo de fútbol ganó
-¿Esto es suficiente para ser feliz?—!e preguntó la luna, el la miró de reojo, esbozó una sonrisa de compromiso y susurró lentamente.-
-No, pero es una gran ayuda para seguir adelante.
Extraido del libro "El camino de la felicidad".
Jorge Bucay.
Cuánta felicidad hay en las pequeñas cosas, a veces no las vemos y ahí están en la magia de cada día.
ResponderEliminarBesos:)
La forma de hacer la autopsia de un día, debería tener todo un ritual, por ejemplo pasar el día por las llamas para encontrar su punto mas luminoso, y sumergirse allí, para encontrar los destellos de amor recibidos, buscar la cosquillas producidas por el servicio con amor, obviamente la “morgue” debe estar ambientada con flores del paraíso, aromas mágicos, y por ultimo las inciciones se deben hacer con el bisturí de las ilusione, para que la autopsia resulte productiva para seguir sembrando días únicos y felices!
ResponderEliminarUn Besito Marino