Ir al contenido principal

¿Con qué energía estás danzando hoy?


La raíz de todo lo que nos sucede no es visible, se siente en el cuerpo pero no ocurre en el cuerpo, lo podemos pensar, pero esas imágenes apenas representan la realidad.

Hay algo más profundo que ocurre en un mundo invisible para nuestros sentidos. Esa es la energía que nos contiene y donde nace lo que pensamos, lo que sentimos y lo que vemos. Por eso, a veces, es necesario cerrar los ojos para poder sentirla. Porque está allí, pero todo lo demás nos distrae.

Y en ese plano, hay dos energías que danzan juntas. Una densa, pesada y la otra liviana y brillante. La energía del miedo y del amor. Se entrelazan, se separan y vuelven a unirse.

Cuando hay amor, hay orden. Cuando hay miedo, todo se desordena. Con el amor volamos, con el miedo nos sentimos atrapados. Por eso, cuando algo no se ve bien o cuando en nuestro corazón algo no se siente bien, paremos y observemos en torno a cuál energía estamos girando.

Si estoy alrededor de la energía del miedo, puedo estar en el paraíso, pero de todo temeré. Si estoy en la energía del amor, hasta los habitantes del infierno me despertarán compasión.

Nunca es el otro, nunca es el lugar, tampoco una situación la que provoca malestar. Todo depende de la energía que estoy usando para danzar el baile de la vida.



Julio Bevione.

Imágen: Berndt Sjosten.


Comentarios

  1. Cierto.. se le da sentido a la vida a través del amor o se desespera en medio del miedo y todo lo que se hace buscando paliarlo.. gracias por compartir un sentimiento tan profundo :)

    ResponderEliminar
  2. Gracias a vos por dejar el comentario!!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

A todo caminante que la vida trajo por aqui, le agradezco que deje su huella. Un abrazo!!!

Entradas populares de este blog

Ayúdame a mirar...

“Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. Viajaron al sur. Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando. Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad del mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura. Y cuando al fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió al padre: "¡Ayúdame a mirar!" ( Eduardo Galeano.) La petición del niño ante la sorpresa azul del inmenso mar es la más bella expresión de lo que hombres y mujeres podemos hacer unos por otros en la búsqueda permanente que marca nuestra existencia. ¡Ayúdame a mirar! Tú no puedes mirar por mí, no puedes obligarme a mirar, no puedes hacer que yo vea lo que tú ves, no puedes forzarme, no puedes prestarme tus ojos, tus ideas, tu experiencia. Pero puedes ayudarme. Ya me has ayudado con llevarme al sur, con atravesar la arena conmigo, con pone...

Decir lo que se siente...

Decir lo que se siente exactamente como se siente. Claramente, si es claro, oscuramente si es oscuro; confusamente si es confuso. Fernando Pessoa.

Citas de "Relatos de poder".

* La confianza del guerrero no es la confianza del hombre corriente. El hombre corriente busca la certeza en los ojos del espectador y llama a eso confianza en si mismo. El guerrero busca la impe­cabilidad en sus propios ojos y llama a eso humil­dad. El hombre corriente está enganchado a sus semejantes, mientras que el guerrero sólo está enganchado al infinito. * Hay montones de cosas que un guerrero puede hacer en un determinado momento y que no habría podido hacer años antes. Esas cosas no cambiaron; lo que cambió fue su idea de sí mismo. * El único camino posible para un guerrero es actuar consistentemente y sin reservas. En un momento dado, sabe lo suficiente del camino del gue­rrero como para actuar en consecuencia, pero sus viejos hábitos y rutinas pueden interponerse en su camino. * Para que un guerrero tenga éxito en cualquier empresa, el éxito debe llegar suavemente; con mucho esfuerzo, pero sin tensión ni obsesiones. * Es el diálogo interno lo que ata a l...