La desilusión fue ganando terreno en la vida de Francisco. Las enseñanzas que recibió no estaban erradas. No era problema del mensaje sino del mensajero. Francisco no pudo asimilar esta diferencia. El sometimiento y la doble moral del líder terminaron opacando su vida espiritual.
Jesús habló de los hipócritas que ponen cargas sobre las personas que ellos mismos no están dispuestos a llevar, o sólo ven qué beneficios pueden obtener de sus seguidores: “Ustedes deben hacer todo lo que ellos digan; pero no hagan lo que ellos hacen, porque enseñan una cosa y hacen otra” (Mateo 23:3, la Biblia). Marcó allí una diferencia entre las verdades espirituales y ciertos maestros que las denigran con sus propósitos deshonestos.
En un sentido más positivo del tema, ¡cuánta admiración siento por personas que, sin ser perfectas, son coherentes con sus enseñanzas! ¡Cuánto amor veo en ellas en la entrega diaria hacia sus “discípulos”! ¡Cuánta renuncia observo al ver que priorizan el crecimiento del otro más allá de que ciertas decisiones no le provoquen beneficios directos! ¡Cuánta paciencia en tiempos donde observan que al otro no hay que presionarlo, sino tan sólo esperarlo y acompañarlo!
Amigo, cuidado con las idealizaciones y las sumisiones irracionales. Hagámonos cargo de nuestras vidas y no le entreguemos el control de ellas a nadie, ¡a nadie! Estemos dispuestos a aprender y dejarnos guiar, pero sin renunciar a nuestras responsabilidades. Y si quien nos guiaba se equivocó, no confundamos el inmenso valor de las enseñanzas espirituales con las incoherencias ajenas. Ejerzamos una vida espiritual con libertad y sin manipulaciones. Y por otro lado, compartamos con los demás lo que Dios ha hecho con nosotros, pero siempre respetándole al otro sus tiempos y sus decisiones.
Gustavo Bedrossian.
Del libro: Operación Espiritual.
Imágen: Hendro Alramy.
Qué importante es tener respeto a las decisiones de los demás, sin intervenir en caso de desacuerdo, y qué difícil es a veces conseguirlo.
ResponderEliminarSaludos.
Y tambien algo importante,no ceder tu poder a nadie.
ResponderEliminarUn abrazo y muchas graciaspor el comentario.