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No puedes huir de ti.


Un ermitaño se había retirado a la soledad, huyendo del ruido del mundo, para desarrollarse como persona y encontrar la paz interior. No obstante al llevar ya un tiempo en aquella soledad, veía que progresaba poco y seguía sintiéndose descontento consigo mismo.

Pensó entonces buscar otro lugar.

Cuando ya estaba preparándose para irse, vio delante de sí a otro ermitaño, al que preguntó: ¿Quién eres tú?.

El otro respondió: Yo soy Tú. A cualquier lugar que vayas yo siempre voy contigo. Soy tu mejor compañero por que yo soy tú mismo.

Muchos echan la culpa de su malestar al sitio o entorno en que viven. Sería bueno que volvieran los ojos hacia mismos y examinaran y comprendieran que, dentro de ellos, hay un “ego”- su otro yo falso – que es quien más les molesta y se molesta por todo. Hay que desenmascararlo y ponerlo en su lugar. Pero eso requiere valentía y sinceridad.

Si no puedes entenderte y aceptarte, incluso con ese molesto compañero que es tu “ ego”, tu yo falso, nunca te sentirás bien. Si te vas de viaje, estarás esquivando tus errores por unos días. Luego seguirás enfrentado a tu misma realidad.

Cuesta enfrentarse consigo mismo, pero es el único camino eficaz.



Darío Lostado.

Imágen: Rosalie Street.



Comentarios

  1. Me ha gustado especialmente esta entrada porque es cierto todo lo que en ella se dice. Ese yo siempre nos está incordiando y no somos capaces de ponerlo en su sitio.
    Cuesta, claro que cuesta

    Un beso grande

    ResponderEliminar
  2. Pao todo una belleza pasar por aquí.
    Saludos de José Ramón desde
    Abstracción textos y Reflexión.

    ResponderEliminar
  3. Podemos escaparnos de todo y de todos menos de nosotros mísmos, sería bueno empezar a amigarnos para darnos cuenta que si nosotros no nos queremos, quien.

    Un beso Princesa y gracias por tomarte el tiempo para dejar tu comentario.

    Un abrazo José Ramón y gracias !!!

    ResponderEliminar

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A todo caminante que la vida trajo por aqui, le agradezco que deje su huella. Un abrazo!!!

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