Ir al contenido principal

El Don.


Un rosal no está atento a los demás, cuando está formando su rosa más magnífica. No se preocupa del color que los otros rosales les darán a sus rosas. Está ensimismado, consultando la sabiduría de su propia savia, no comparándose con nadie, buscándose hondamente, haciendo fluir hacia la superficie la virtud de su flor única.

Y cuando la hace florecer el mundo se acerca hacia él con admiración, le muestra su gratitud de mil maneras, y lo toma como uno de los regalos más preciados que puede hacerles a los seres que quiere o admira.

Ese es el principio básico: cuando encuentra lo mejor de sí mismo, aquello único que ha venido a realizar en el mundo, el mundo le abre todas las puertas para su Don. Porque: el mundo estaba esperando que cada uno aporte lo mejor de sí mismo, porque con su Don enriquece a la humanidad entera.


Amalia Estévez.







Comentarios

  1. QUE GRAN VERDAD MI DULCE PAO,
    ES UN GRAN EJEMPLO A SEGUIR , DAR SIEMPRE LO MEJOR DE NOSOTROS, SIN PREOCUPARNOS DEL RESTO.

    uN BESOoOTE GORDoo I QUE TENGAS uN HERMoOSooo DIA!

    ResponderEliminar
  2. Indudablemente gente como tú tienen un don magnifico: el de ayudar y creo que lo consigues. Estar ahí es ya un don. Felicitaciones

    ResponderEliminar
  3. Pues sí que cada cual tiene ese don o virtudes que puede ofrecer al mundo.
    Cada cual tenemos nuestros defectos y nuestras virtudes, jamás debemos compararnos con nadie.
    Bonita reflexión

    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Son muy ciertas esas palabras.. lo difícil es aprender a conocer cuál es nuestro don, porque muchas veces..las personas nos empeñamos en pronosticar la vida de una u otra persona, sin dejarla desarrollarse y crecer sóla..Y deja de creer en si misma, de creer en su don..
    1 abrazo! Bonito tema el de hoy, aporta... esperanzo ;)

    ResponderEliminar
  5. Un rosal ES un rosal, es lo que ha venido a ser en este mundo... Deberíamos aprender de ese rosal.

    Gracias y un abrazo Pao!

    ResponderEliminar
  6. Un abrazo grande para todos y gracias por las bonitas palabras. Todos tenemos dones y dicen que tenemos mucho más que uno, habra que descubrirlos.

    Un abrazo !!!

    ResponderEliminar
  7. La naturaleza, encierra toda la verdad!
    Precioso Pao. Un abrazo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

A todo caminante que la vida trajo por aqui, le agradezco que deje su huella. Un abrazo!!!

Entradas populares de este blog

Ayúdame a mirar...

“Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. Viajaron al sur. Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando. Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad del mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura. Y cuando al fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió al padre: "¡Ayúdame a mirar!" ( Eduardo Galeano.) La petición del niño ante la sorpresa azul del inmenso mar es la más bella expresión de lo que hombres y mujeres podemos hacer unos por otros en la búsqueda permanente que marca nuestra existencia. ¡Ayúdame a mirar! Tú no puedes mirar por mí, no puedes obligarme a mirar, no puedes hacer que yo vea lo que tú ves, no puedes forzarme, no puedes prestarme tus ojos, tus ideas, tu experiencia. Pero puedes ayudarme. Ya me has ayudado con llevarme al sur, con atravesar la arena conmigo, con pone

Dicen que antes de entrar en el mar...

“Dicen que antes de entrar en el mar, EL RIO tiembla de miedo... mira para atrás, para todo el día recorrido, para las cumbres y las montañas, para el largo y sinuoso camino que atravesó entre selvas y pueblos, y vé hacia adelante un océano tan extenso, que entrar en él es nada más que desaparecer para siempre. Pero no existe otra manera. El río no puede volver. Nadie puede volver. Volver es imposible en la existencia. El río precisa arriesgarse y entrar al océano. Solamente al entrar en él, el miedo desaparecerá, porque apenas en ese momento, sabrá que no se trata de desaparecer en él, sino volverse océano.” Khalil Gilbran.

Decir lo que se siente...

Decir lo que se siente exactamente como se siente. Claramente, si es claro, oscuramente si es oscuro; confusamente si es confuso. Fernando Pessoa.