Ir al contenido principal

A Ti.


A ti, por amarme con libertad como sólo un hombre sabio sabe hacerlo, sin ponerle puertas al campo, ni ventanas al cielo, sin código de barras, ni fecha de caducidad.

A ti, que cuando creí morir no dejaste flores en mi tumba, sino que me hiciste el boca a boca y lograste resucitarme.

A ti, que siempre has sabido dar un paso atrás para dejarme brillar y no pisar mi sombra.

A ti, cuya fe en mí siempre ha sido tan intensa, que incluso creíste en mí cuando yo dejé de hacerlo.

A ti por ser un refugio abierto veinticuatro horas, un faro en la tormenta, un colchón para mi sueño, un jarrón con agua para mis flores, una chispa para mi dinamita, fuegos artificiales en mi noche oscura.

A ti, por valorar mis virtudes y ayudarme a no olvidar mis defectos.

A ti, que bailaste hasta el amanecer sin rechistar, calzado en mis zapatos, a pesar de que te dolieran los pies.

A ti, que eres capaz de hacer magia con la mirada, sin tener que sacar un conejo de una chistera, ni dejar volar palomas adiestradas.

A ti, que conseguiste que uno más uno fueran cuatro.

A ti, que a pesar de ser cuatro, siempre encuentras un momento para que no olvidemos ser dos.

A ti, por hacer poesía de lo cotidiano y convertir en domingo un lunes por la mañana.

A ti, por recordarme que tengo alas para volar y que el nido siempre me estará esperando.

A ti, por decirme que estoy preciosa cada vez que me levanto tras una mala noche.

A ti, por saber hacer de lo tangible, infinito.

A ti, por ser el blanco cuando yo soy el negro, azúcar cuando soy sal, sólido cuando soy etérea.

A ti, porque te quiero.



Paz Castelló.


Gracias Fran !!!




Comentarios

  1. Toda alabanza al amor, me llena de alegría, me anima a seguir creyendo que es fuerte e irrompible para los que se abandonan en él.
    Un beso

    ResponderEliminar
  2. Gracias Tita y Angelo, como siempre un placer enorme contar con su visita!!!

    Un abrazo !!!

    ResponderEliminar
  3. YO ENCONTRE UNA PERSONA ASI PERO LA VIDA NOS SEPARO, CONSERVALA ¡

    ResponderEliminar
  4. Es un anhelo sr/a anónimo.
    Un abrazo !!!

    ResponderEliminar
  5. Buenos días: Gratamente me he encontrado con este texto mío en su blog. Os invito a todos a conocer alguno más en www.pazcastello.com Saludos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

A todo caminante que la vida trajo por aqui, le agradezco que deje su huella. Un abrazo!!!

Entradas populares de este blog

Ayúdame a mirar...

“Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. Viajaron al sur. Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando. Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad del mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura. Y cuando al fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió al padre: "¡Ayúdame a mirar!" ( Eduardo Galeano.) La petición del niño ante la sorpresa azul del inmenso mar es la más bella expresión de lo que hombres y mujeres podemos hacer unos por otros en la búsqueda permanente que marca nuestra existencia. ¡Ayúdame a mirar! Tú no puedes mirar por mí, no puedes obligarme a mirar, no puedes hacer que yo vea lo que tú ves, no puedes forzarme, no puedes prestarme tus ojos, tus ideas, tu experiencia. Pero puedes ayudarme. Ya me has ayudado con llevarme al sur, con atravesar la arena conmigo, con pone

Dicen que antes de entrar en el mar...

“Dicen que antes de entrar en el mar, EL RIO tiembla de miedo... mira para atrás, para todo el día recorrido, para las cumbres y las montañas, para el largo y sinuoso camino que atravesó entre selvas y pueblos, y vé hacia adelante un océano tan extenso, que entrar en él es nada más que desaparecer para siempre. Pero no existe otra manera. El río no puede volver. Nadie puede volver. Volver es imposible en la existencia. El río precisa arriesgarse y entrar al océano. Solamente al entrar en él, el miedo desaparecerá, porque apenas en ese momento, sabrá que no se trata de desaparecer en él, sino volverse océano.” Khalil Gilbran.

Decir lo que se siente...

Decir lo que se siente exactamente como se siente. Claramente, si es claro, oscuramente si es oscuro; confusamente si es confuso. Fernando Pessoa.