Dios, Señor Mío, no tengo idea de adónde voy.
No veo el camino ante mí. No puedo saber con certeza dónde terminará.
Tampoco me conozco realmente,
y el hecho de pensar que estoy siguiendo tu voluntad no significa que en realidad lo esté haciendo.
Creo que el deseo de agradarte, de hecho te agrada.
Y espero tener ese deseo en todo lo que hago.
Espero que nunca haré algo apartado de ese deseo.
Y sé que si hago esto me llevarás por el camino correcto,
aunque yo no sepa nada al respecto.
Por lo tanto, confiaré en ti aunque parezca estar perdido a la sombra de la muerte.
No tendré temor porque estás siempre conmigo, y nunca dejarás que enfrente solo mis peligros.
Thomas Merton.
hola Pao, tus letras siempre profundas, invitan a sentarse en silencio y meditar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ambar.
Muchas personas nos pasamos gran parte de nuestra vida así, moviendonos en circulos, sin poder avanzar.
ResponderEliminarDe nuevo, el conocimiento es inútil si no se puede aplicar con entusiasmo, alegría y consistencia.
Un abrazo.
Hay días en los que necesitamos una señal para saber que estamos en el camino correcto,y con solo pedirla aparece la mano de Dios para que no tengamos ninguna duda.
ResponderEliminarGracias Ambar y gracias Londonnek.