Toda la humanidad pertenece a la religión del hombre, Dios es el padre para todos los hombres. Como hijos de Dios único, todos los hombres son hermanos.
Todas las religiones proclaman la unidad de la divinidad y predican el cultivo del amor universal sin considerar la casta, credo, país ni color.
Los ignorantes de esta verdad básica se vuelven orgullosos debido a su propia religión y crean gran confusión y caos al fragmentar la divinidad , y al tratar de limitar o dividir la divinidad infinita en compartimentos tan estrechos, se traiciona la divinidad.
Una vez reconocida la verdad del espíritu morador, surge la conciencia de que el mundo es una gran familia.
Sea cual fuere la religión de uno, todo el mundo debe cultivar el respeto hacia las otras religiones. Aquel que no tiene tal actitud de tolerancia y respeto no es un verdadero seguidor de su propia religión.
No basta solamente el adherir a la práctica de la religión propia, uno debe también intentar ver la unidad esencial de todas las religiones, solo entonces podrá el hombre sentir la unidad de la divinidad.
Los temas religiosos deben tratarse con calma y desapasionamiento, sin albergar el sentimiento de que la religión propia es superior a los otros. Dividir a los hombres basándose en la religión es un crimen contra toda la humanidad.
Sai Baba.
Ese crimen todavía perdura.
ResponderEliminarSe es muy receloso aún de lo própio aúnque se van abriendo puertas.
Hasta que no estemos en condiciones de dejar atrás ciertos aspectos que hemos acumulado del pasado y andemos desnudos hacia la cumbre no seremos capaces de ver más allá. La verdad se va dando despacio y conjuntamente.
Un abrazo.
Debería este texto encabezar todos los libros sagrados!
ResponderEliminarUn Besito marino
cierto somos una gran familia!! lastima que tantas religiones nos ha separado, solo por pelear de que solo hay una verdadera...
ResponderEliminarsaludos...
Abrazo Olga, gracias por el comentario!!!
ResponderEliminarUn beso Tita, gracias Carmen espero que hayan tenido un hermoso domingo.