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Maestros.


Al principio del camino hacia el reencuentro con tu verdadero ser ten en cuenta estas palabras para elegir a tu maestro.


A un verdadero Maestro nadie lo ve.

Es invisible.

No posee templo, ni tiene discipulos preferidos:

Enseña a la humanidad entera.



Pero llega el momento en soltar la mano que te guió para hacer tu camino reconociendo tu propia sabiduría...

El mayor maestro es tu yo interior. Es el dueño supremo. Es el único que puede llevarte a tu meta y el único que te acogerá al final del camino. Confía en él y no tendrás necesidad de ningún maestro exterior. Pero, te repito, necesitarás un firme deseo de encontrarIo y no hacer nada que pueda crear obstáculos o producir retrasos. No malgastes tu energía y tu tiempo con remordimientos. Tus errores deben servirte de enseñanza: no los repitas.


Nisargadatta.


La cita del comienzo pertenece a Alejandro Jodorowsky.


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