La mente debería ser como el agua de un estanque, que cede ante cualquier cosa que se introduce en ella. No pone resistencia alguna. Y como siempre cede, nada puede dañarla. Podemos intentar golpearla con el objeto más pesado o cortarla con el arma más filosa, pero nunca conseguiremos herirla. El agua consiente lo que le llega desde fuera y se deja atravesar. A veces intentamos endurecernos, volvernos firmes como la piedra, impenetrables. No nos damos cuenta de que al oponer resistencia es justamente cuando salimos heridos. Si fuésemos como el agua y nos dejáramos atravesar en lugar de pelearnos con lo que nos sucede, nos volveríamos invulnerables. Nada podría lastimarnos. Nada nos desgarraría. Dejaríamos que las cosas nos atravesasen para luego recomponernos y volver a la calma. Aceptar que cada cosa es lo que es, en su máxima expresión, significa justamente eso: convertirnos en un estanque de agua.
Alan Watts.
En la mente se concentra todo lo que pensamos, sentimos, recuerdos, un sin fin de cosas. Por la mente pasa todo lo que hace que nuestro cuerpo sea un cuerpo organizado. Pero la mente también tiene sus puntos sensibles, ahí sería bueno poner ese estanque de agua, para que las perturbaciones...etc, atravesaran la mente y fluyeran sin más. Un bonito escrito que te hace reflexionar. Un beso mágico desde mi mundo de letras y felis día.
ResponderEliminarHermosa entrada, me encanta como escribís. Creo que debemos tratar de ser un estanque de esta manera es más fácil el camino. Te mando un beso
ResponderEliminarGracias Ser Bohemio, pero los textos que publico en este blog no son de mi autoría. Comparto con los amigos del blog autores que me gustan y ayudan a aclarar ideas en mi evolución, y por supuesto son textos que llegan a lo más profundo de mi ser.
ResponderEliminarGracias por el beso, te mando otro.
Hola Pao gracias por vistitar mi casita, regresa cuando desees que siempre te espero con una oración, y mi cariño desde esta lejana tierra. Un beso grande
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