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Hecho sin ensayo.


Alguien dijo que vivir la vida es como tocar un solo de violín, en público, y aprender a tocar el instrumento mientras lo ejecutas.

Este es un dicho muy cierto. Describe muy bien la experiencia, pero nadie debería preocuparse por eso. Estamos en este mundo exactamente para ese propósito -aprender.

Mientras estás aprendiendo, no esperes producir un trabajo perfecto. Cuando puedas lograr un trabajo perfecto eres un maestro y no eres más un estudiante. En este plano, todos somos estudiantes y lo que importa es que cada año encontremos que la calidad de nuestras habilidades mejoran definitivamente, probando así que estamos un paso más cerca de la maestría.

Mucha gente a veces se deprime porque sus vidas no presentan un desarrollo armonioso, lógico y simple; porque sus historias de vida parecen estar llenas de inconsistencias, repeticiones, callejones sin salida y aburrimiento. Sin embargo, esto lo que se espera que suceda durante el periodo de aprendizaje. Al comienzo de un año lectivo, el cuaderno de ejercicios de un niño está lleno de errores, y al finalizar el año, difícilmente se encuentre algún error en él, lo que significa que el niño ha terminado aquel grado y está listo para un escalón superior. Si en las primeras semanas del año escolar el niño tiene un excelente cuaderno de ejercicios, significaría que él mismo se encuentra en un grado equivocado.

Es únicamente sobre el escenario (y, entonces, en una buena ejecución), que la acción se desarrolla lógicamente, uniforme, pulida y compacta hasta su conclusión. Pero los actores en una obra no tienen libre albedrío, porque todo ha sido ensayado muchas veces. Tu vida no ha sido ensayada. Es una aventura, un descubrimiento y un entrenamiento y es solamente la Meta Final o el último estado, y no tu estado presente, lo que importa.



Emmet Fox.



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