Ir al contenido principal

Comunicándonos.


Cuando nos comunicamos con alguien debemos establecer contacto con la edad que ese alguien tiene en el momento de la conversación, pero también debemos comunicarnos con su bebé. Porque cada uno de nosotros lleva, hasta la muerte, al niño pequeño que ha sido. De este modo, tenemos que comunicarnos aceptando todas las edades que posee la persona con quién conversamos. Un ser humano no se reduce a lo que emana de él en el momento en que está comunicándose con nosotros. Nos dirigimos a este momento pero aún más a su bebé, a su anciano y a todos las edades que existen entre estos polos.

Qué maravilla ver un proceso, ver al otro y al mismo tiempo contemplar a su bebé, a su anciano, su nacimiento, su muerte y su renacimiento. Cuando uno llega a esto, comprende lo que significa comunicarse con una persona: verla completamente, ver su vida anterior, su vida fetal, su nacimiento y ver también su muerte, su renacimiento.... .




Alejandro Jodorowsky.


"Los Evangelios para sanar" (2).




Comentarios

  1. Tienes razón no solo tenemos un bebé, sino que el niño que siempre se asoma. no somos las personas de 60. sino tadas las vivencias que esa persona tuvo a lo largo de su vida. Muy buena forma para tener en cuenta a la hora de comunicarnos. te mando un beso.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

A todo caminante que la vida trajo por aqui, le agradezco que deje su huella. Un abrazo!!!

Entradas populares de este blog

Ayúdame a mirar...

“Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. Viajaron al sur. Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando. Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad del mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura. Y cuando al fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió al padre: "¡Ayúdame a mirar!" ( Eduardo Galeano.) La petición del niño ante la sorpresa azul del inmenso mar es la más bella expresión de lo que hombres y mujeres podemos hacer unos por otros en la búsqueda permanente que marca nuestra existencia. ¡Ayúdame a mirar! Tú no puedes mirar por mí, no puedes obligarme a mirar, no puedes hacer que yo vea lo que tú ves, no puedes forzarme, no puedes prestarme tus ojos, tus ideas, tu experiencia. Pero puedes ayudarme. Ya me has ayudado con llevarme al sur, con atravesar la arena conmigo, con pone...

Decir lo que se siente...

Decir lo que se siente exactamente como se siente. Claramente, si es claro, oscuramente si es oscuro; confusamente si es confuso. Fernando Pessoa.

Citas de "Relatos de poder".

* La confianza del guerrero no es la confianza del hombre corriente. El hombre corriente busca la certeza en los ojos del espectador y llama a eso confianza en si mismo. El guerrero busca la impe­cabilidad en sus propios ojos y llama a eso humil­dad. El hombre corriente está enganchado a sus semejantes, mientras que el guerrero sólo está enganchado al infinito. * Hay montones de cosas que un guerrero puede hacer en un determinado momento y que no habría podido hacer años antes. Esas cosas no cambiaron; lo que cambió fue su idea de sí mismo. * El único camino posible para un guerrero es actuar consistentemente y sin reservas. En un momento dado, sabe lo suficiente del camino del gue­rrero como para actuar en consecuencia, pero sus viejos hábitos y rutinas pueden interponerse en su camino. * Para que un guerrero tenga éxito en cualquier empresa, el éxito debe llegar suavemente; con mucho esfuerzo, pero sin tensión ni obsesiones. * Es el diálogo interno lo que ata a l...