Seamos fieles en las cosas pequeñas, porque ahí estará nuestra fortaleza. Miremos el ejemplo de la lámpara que arde con el aporte de pequeñas gotitas de aceite, y sin embargo da mucha luz. Las gotitas de aceite de nuestras lámparas son las cosas pequeñas que realizamos diariamente: la fidelidad, la puntualidad, las palabras bondadosas, las sonrisas, nuestra actitud amorosa hacia los demás.
No hay nada que sea pequeño a los ojos de Dios, y Él mismo se tomó la molestia de hacerlas para enseñarnos cómo actuar. Por eso se transformaron en infinitas.
Madre Teresa de Calcuta.
Hola Pao.
ResponderEliminarPaso a saludarte...
Un beso grande y mi amistad siempre...
Alexander♥
La fidelidad se debe a la capacidad de asombro, al agradecimiento por las pequeñas cosas que en últimas son las que revolucionan al mundo!
ResponderEliminarUn Besito Marino