Ir al contenido principal

Hoy aquí, mañana veremos...


¿Te pusiste a pensar que algún día no estarás en el lugar que hoy ocupas?
No estarás siempre allí.
Puede ser una buena o una mala noticia. Todo depende de ti.
Hay personas que tienden a aferrarse a un cargo, a una posición de liderazgo, a un rol en la familia, o a determinado lugar en un grupo. Creen que allí habrán de perpetuarse eternamente. Y se equivocan. Primero porque eso no sucederá. Segundo porque se terminan haciendo un gran daño a sí mismas. Y tercero porque al no correrse a tiempo, terminan lastimando a los demás.
Estoy convencido de esto: hay que preparar el terreno para cuando no estemos.
Tenemos que prepararnos nosotros para no sentir que se nos acaba el mundo cuando concluyamos con una tarea, por ejemplo.
Y tenemos que preparar tempranamente a otros que nos habrán de suceder. Ése es un verdadero éxito. Que podamos multiplicar la influencia formando a otros que continuarán mucho mejor que nosotros lo que alguna vez hicimos.
¿Tienes un saber? Compártelo. No es tuyo. Simplemente eres un administrador.
¿Lideras algún grupo? Ese grupo no te pertenece. Asúmelo. Prepárate para el día que no estés allí. Desea que a tu sucesor se le multipliquen los logros.
Hay proyectos construidos alrededor de una persona a un nivel en el que la concentración de poder y de expectativas está tan individualizada que no hay espacio para el desarrollo de los demás. Y además al protagonista se lo “traga” el rol y se termina lastimando a sí mismo confundiendo su identidad o esencia con una tarea que sólo será circunstancial.
Amigo, tengamos pasión por la misión pero desapasionamiento con respecto a los cargos. Un lugar jerárquico sólo es una oportunidad para enriquecer a los demás. Estamos para servir, formar y luego corrernos. El camino del amor siempre será el camino de la multiplicación.


Gustavo Bedrossian.



Comentarios

  1. TODOS ESTAMOS DE VISITA EN ESTE LUGAR .. SOLO ESTAMOS DE PASO ..HEMOS VENIDO A OBSERVAR , APRENDER, CRECER, AMAR .. Y VOLVER A CASA

    UN ABRAZO PAO .. BUENA SEMANA

    ResponderEliminar
  2. Pao, Muy cierta esta entrada, y muy buena para reflexionar. Naaaaadie debería estar tanto tiempo en una posición de poder, me refiero a los cargos públicos, a los directivos, a los líderes... Los que llevan tanto tiempo en un mismo cargo se corrompen, se creen dioses, son capaces de manipular a todo el mundo para mantenerse ahí, algun@s son capaces de lo peor porque se creen morir si se van de su cargo, y eso no es así. Deben dar paso a nuevas generaciones, deben liberarse de sus cargos y seguir su vida sin sentir que se les acaba el mundo.
    Y si hablamos de roles en la familia igual, hay que ir aceptando los cambios que vienen y los que están por llegar.

    Besos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

A todo caminante que la vida trajo por aqui, le agradezco que deje su huella. Un abrazo!!!

Entradas populares de este blog

Ayúdame a mirar...

“Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. Viajaron al sur. Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando. Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad del mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura. Y cuando al fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió al padre: "¡Ayúdame a mirar!" ( Eduardo Galeano.) La petición del niño ante la sorpresa azul del inmenso mar es la más bella expresión de lo que hombres y mujeres podemos hacer unos por otros en la búsqueda permanente que marca nuestra existencia. ¡Ayúdame a mirar! Tú no puedes mirar por mí, no puedes obligarme a mirar, no puedes hacer que yo vea lo que tú ves, no puedes forzarme, no puedes prestarme tus ojos, tus ideas, tu experiencia. Pero puedes ayudarme. Ya me has ayudado con llevarme al sur, con atravesar la arena conmigo, con pone

Dicen que antes de entrar en el mar...

“Dicen que antes de entrar en el mar, EL RIO tiembla de miedo... mira para atrás, para todo el día recorrido, para las cumbres y las montañas, para el largo y sinuoso camino que atravesó entre selvas y pueblos, y vé hacia adelante un océano tan extenso, que entrar en él es nada más que desaparecer para siempre. Pero no existe otra manera. El río no puede volver. Nadie puede volver. Volver es imposible en la existencia. El río precisa arriesgarse y entrar al océano. Solamente al entrar en él, el miedo desaparecerá, porque apenas en ese momento, sabrá que no se trata de desaparecer en él, sino volverse océano.” Khalil Gilbran.

Decir lo que se siente...

Decir lo que se siente exactamente como se siente. Claramente, si es claro, oscuramente si es oscuro; confusamente si es confuso. Fernando Pessoa.