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Sobre lo masculino y lo femenino.


Norberto Levy caracterizó la energía masculina como el movimiento, salira hacia el mundo para modificarlo,la capacidad de penetracion. Y a la energia femenina como la capacidad de espera, de quietud, receptividad. Como la energia masculina es el movimiento y la femenina la quietud, lo femenino teme ser abandonado por lo masculino que siempre esta llendose, por su caracteristica de movimiento permanente.

Me quede pensando en Teresa, como su energia femenina esta escondida, tiene miedo de salir por miedo al abandono de lo masculino. Una de las caracteristicas de lo masculino es el movimiento, por eso el lado femenino le teme al abandono del masculino. Y el lado femenino se esconde. Su lado masculino esta superdesarrollado y ocupa el lugar de lo femenino. El femenino teme al abandono y no se muestra, se retira, y el masculino ocupa su lugar.

Esto ocurre frecuentemente. Si tengo un femenino con mucho miedo al abandono, lo escondo y en su lugar desarrollo mi energia masculina con la que me siento mas segura. Pero dejo de lado una parte importante de mi ser, que es justamente la que puede amar y conectarse con los otros. Muestro solo una parte y la otra queda poco desarrollada y a veces irrumpe en los momento menos adecuados.

Me quede meditando sobre su dificultad para esperar. Me contaba que si salía con un hombre ella buscaba conversación, se hace cargo de la situación y no deja que el otro tome las riendas de la situación. No tolera el vacío, esperar a que la cosa ocurra. Siempre tiende a avanzar y no puede esperar a que el otro haga. Le cuesta esperar el ritmo del otro y es demasiado rápida y puede apabullar a cualquiera.

Le es difícil esperar sin hacer nada. Le es mas fácil la acción, se refugia en la acción, su debilidad es poder esperar. Creo que su crecimiento pasa por dar espacio a su femenino, aprender a esperar, a estar quieta, a que las cosas se den, sin manejar todas las situaciones. Le es muy difícil.

El pánico al abandono, frena y paraliza, anula la capacidad de esperar, obliga a salir a la acción para no esperar. El otro día trabajando con Julia observe esta polaridad. Trabajábamos con un lado seguro, omnipotente que no sentía, y con otro lado mas chico angustiado y que se sentía aplastado por el primero. Y veíamos como el lado mas chico que representaba su parte sensible, tenia miedo de expresarse, de mostrarse, se frenaba. Y profundizando la situación, lo que salió es que esta parte sensible, tenia miedo al abandono.

Y allí yo pense en esto que explicaba Norberto, como un lado que tenia que ver con la sensibilidad, con sus aspectos femeninos, le temía al otro que representaba un lado mas desarrollado, en contacto con el mundo. Quizás como su lado mas sensible tiene miedo a ser abandonado se esconde, y en su lugar se desarrolla un lado mas seguro, que tiene que ver con la acción, y la parte mas sensible, cada vez se angustia mas porque tiene menos espacio, el otro ocupa su lugar. La angustia es el dolor de querer salir, expresarse y no poder, no animarse.

Esto pasa con muchas mujeres que se apoyan en la seguridad que les da la acción, y se separan de su esencia femenina para no sufrir el miedo al abandono. En realidad ellas se abandonan a si mismas cuando se dejan de lado.Cuando dejan de lado aspectos de si mismas y muestran , o se conectan con sus aspectos lógicos, firmes, mas desarrollados. Se refugian en su pensamiento y dejan de lado sus emociones mas intimas.


Silvia Salinas.

Licenciada en Psicología por la Universidad de Bs As,especialista en terapia de parejas,terapeuta Gestáltica.



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