Ir al contenido principal

El hombre sabio.



El sabio se mantiene alejado de la rivalidad,

de la codicia y de la confusión

producida por los deseos.


El sabio es feliz al vivir,

es bondadoso y armoniza con todos,

es sincero al hablar, equilibrado

y recto en el trabajo y en la vida.


Cuando acaba su obra, se retira oportunamente,

su respiración es f
resca como la de un niño,

y busca siempre beneficiar a los hombres.


El sabio es difícil de comprender,

es cauteloso como quien atraviesa

un río en invierno,

prudente como quien tiene enemigos,


reservado como el huésped de una casa,

sencillo como la madera, tranquilo como un valle

y profundo como las aguas de un lago.


El sabio posee poco

porque se ha olvidado de las cosas,

su presencia es modelo para todos los hombres.

no se muestra, por eso resplandece,

no se vanagloria, por eso sobresale,

no se exalta, por eso merece elogio,

es humilde y se mantiene íntegro.

Permanece independiente,

aunque viva rodeado de gloria y esplendor

nunca pierde la paz.


El sabio no es impetuoso,

y nunca pierde el dominio de sí mismo.

el sabio no ofende a nadie,

y nunca halla motivo para rechazar a nadie.

El sabio es aquel que se conoce a sí mismo,

que quiere conquistarse a sí mismo,

más que conquistar a otros.

El sabio, contemplado,

no parece digno de ser mirado,

oyéndolo, no parece digno de ser escuchado,

sin embargo, contiene en sí todas las virtudes.


El sabio parece que no hace nada y,

sin embargo, nada queda sin realizar.

El sabio hace del corazón de los demás

el suyo propio.

Con el bueno obra de forma buena,

con el malo obra de buena forma.

El sabio se parece a un niño,

nada ni nadie le daña.

El sabio se da cuenta de las cosas

que para los demás pasan inadvertidas,

y estima por igual las grandes y las pequeñas.

El sabio no combate, mas siempre vence,

y no teme a la muerte.

El sabio es, en fin, quien está en armonía

con la naturaleza.


(Tao Te King)



Comentarios

  1. HOLA QUERIDA PAO tienes un REGALITO en mi blog para TÍ y tu blog, DESEO te guste:

    http://majemajestadasuspies.blogspot.com/2010/02/premio-amante-literario.html

    Un Besito de LUZ, AMOR, CONSCIENCIA y PAZ INTERIOR: Maje

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

A todo caminante que la vida trajo por aqui, le agradezco que deje su huella. Un abrazo!!!

Entradas populares de este blog

Ayúdame a mirar...

“Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. Viajaron al sur. Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando. Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad del mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura. Y cuando al fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió al padre: "¡Ayúdame a mirar!" ( Eduardo Galeano.) La petición del niño ante la sorpresa azul del inmenso mar es la más bella expresión de lo que hombres y mujeres podemos hacer unos por otros en la búsqueda permanente que marca nuestra existencia. ¡Ayúdame a mirar! Tú no puedes mirar por mí, no puedes obligarme a mirar, no puedes hacer que yo vea lo que tú ves, no puedes forzarme, no puedes prestarme tus ojos, tus ideas, tu experiencia. Pero puedes ayudarme. Ya me has ayudado con llevarme al sur, con atravesar la arena conmigo, con pone

Dicen que antes de entrar en el mar...

“Dicen que antes de entrar en el mar, EL RIO tiembla de miedo... mira para atrás, para todo el día recorrido, para las cumbres y las montañas, para el largo y sinuoso camino que atravesó entre selvas y pueblos, y vé hacia adelante un océano tan extenso, que entrar en él es nada más que desaparecer para siempre. Pero no existe otra manera. El río no puede volver. Nadie puede volver. Volver es imposible en la existencia. El río precisa arriesgarse y entrar al océano. Solamente al entrar en él, el miedo desaparecerá, porque apenas en ese momento, sabrá que no se trata de desaparecer en él, sino volverse océano.” Khalil Gilbran.

Decir lo que se siente...

Decir lo que se siente exactamente como se siente. Claramente, si es claro, oscuramente si es oscuro; confusamente si es confuso. Fernando Pessoa.