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El credo del constructor de vidas.


Hoy es el día más importante de mi vida,
El ayer con sus éxitos y victorias,
luchas y fracasos, se fue para siempre.
El pasado es pasado. Hecho. Terminado.
No puedo revivirlo. No le puedo dar marcha atrás ni cambiar.
Aun así, aprenderé de él y mejoraré mi Hoy.

Hoy, este momento AHORA, es el regalo de Dios
para mí y es todo lo que tengo.

Mañana con todos sus gozos y penas,
triunfos y dolores, no ha llegado aún.
A decir verdad, quizá mañana nunca llegue.
Por lo tanto, no me preocuparé por mañana.
Hoy es lo que me ha confiado Dios.
Es todo lo que tengo. Haré lo mejor en él.
Demostraré lo mejor de mí en él:
Mi carácter, mis capacidades, mis habilidades…
A mi familia y amigos, clientes y asociados.

Identificaré las cosas que son más importantes para hacer Hoy,
y esas cosas las haré hasta que se terminan.
Y cuando se acabe este día miraré hacia atrás
con satisfacción por lo que he logrado.
Entonces y solo entonces, planearé el mañana,
procurando mejorar el Hoy, con la ayuda de Dios.

Luego me iré a dormir en paz…. con contentamiento.

Anónimo.


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