Aprende a hablar con amor y dulzura, no sólo a los seres humanos sino también a los animales, a las flores, a los pájaros, a los árboles, a toda la naturaleza, pues es una costumbre divina. El que sabe pronunciar palabras que inspiran, que vivifican, posee una varita mágica en su boca, y nunca pronuncia estas palabras en vano porque siempre, en la naturaleza, uno de los cuatro elementos, la tierra, el agua, el aire o el fuego, están ahí, atentos, esperando el momento de realizar todo lo que hemos expresado. Puede ocurrir que la realización se produzca muy lejos de aquél que ha proporcionado los gérmenes, pero sepan que siempre se produce.
Así como el viento transporta las semillas y las siembra muy lejos, también nuestras buenas palabras vuelan y producen lejos de nuestros ojos resultados magníficos. Si aprendes a dominar tus pensamientos y tus sentimientos, a ponerlos en un estado de armonía, de pureza, de luz, tu palabra producirá ondas que actuarán benéficamente sobre toda la naturaleza.
Omraam M. Aivanhov.
No me cabe ninguna duda.
ResponderEliminarUn abrazo y sabia reflexión.
La expresión de una palabra siempre hace la diferencia entre lo sutil y lo tosco ..
ResponderEliminarUn abrazo Pao , buena semana
Profundo pensamiento, y así es, ama, ama a todo, a quien te ofrezca la plabra, su mirada que también habla, a los colores del arco iris, que sin palabras nos trae nostalgias, a la rosa que te mima con su presencia grata, al colibrí en su pequeñez y gran alma, al arroyo cristalino que nos habla de muchas aguas, a la momtaña que nos habla de su tiempo en la distancia, a la luna en el universo que nos habla de otras galasias, y así hablando y hablando sembremos el mundo de amor abrazos......
ResponderEliminarSaludos afectuosos.
Leonor
Precioso y totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarTrato en lo posible de practicarlo, sobre todo en mis clases de taí chi.
Un abrazo
Silvia
Como todo hábito lleva su tiempo para que se instale en nosotros, a medida que vas usando solo palabras positivas y amorosas para comunicarte limpia nuestra mente, y cuando quieras darte cuenta ya no hay en tu vocabulario palabras feas.
ResponderEliminarGracias Maric, Alegría, Leonor y Silvia,un abrazo cálido para todas.