“Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. Viajaron al sur. Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando. Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad del mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura. Y cuando al fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió al padre: "¡Ayúdame a mirar!" ( Eduardo Galeano.) La petición del niño ante la sorpresa azul del inmenso mar es la más bella expresión de lo que hombres y mujeres podemos hacer unos por otros en la búsqueda permanente que marca nuestra existencia. ¡Ayúdame a mirar! Tú no puedes mirar por mí, no puedes obligarme a mirar, no puedes hacer que yo vea lo que tú ves, no puedes forzarme, no puedes prestarme tus ojos, tus ideas, tu experiencia. Pero puedes ayudarme. Ya me has ayudado con llevarme al sur, con atravesar la arena conmigo, con pone
Sabio pensamiento y real... gracias por compartirlo!! Besotes
ResponderEliminarTe regalo una frase de Pablo Ruiz Picasso:
ResponderEliminar"Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida"
Murió viejo, pintando; se le reconocen más de dos mil cuadros repartidos por todo el mundo, aparte de cerámica, escultura, ilustración de libros, escenografías para teatro, algunas obras literarias... un espíritu incansable.
Es un sueño vivir, amar, y luchar, en un escenario que puede variar, entre flores y estrellas, ó entre sentimientos malucos, joven o viejo, la vida es lo que construimos a diario, por eso yo respiro amor que esta en el aire!
ResponderEliminarUn besito marino
O Chiado, en portugués, querida Pao, es el nombre del barrio más bohemio y pintoresco de Lisboa; también el apodo de un curioso personaje del siglo XVI, fraile de agudo ingenio para las letras y la improvisación llamado Antonio Ribeiro, que se movió por aquel barrio cosechando fama tras abandonar su condición de clausura, aunque cuentan que sin renunciar a su hábito ni al celibato del que hiciera voto. Me enamoré de aquel barrio y encontré fascinante la historia de aquel poeta improvisador, de ahí el nombre de mi blog. Satisfecha tu curiosidad? Besos
ResponderEliminar