Ir al contenido principal

Energía.


Necesitas más energía para destrozarte a ti mismo que para construir un poquito de felicidad.

Desperdiciamos nuestra energía a causa del conflicto, riñas, miedo y vanidad. Cuando nuestra energía no se desperdicia en absoluto, tenemos toda la energía del mundo. En tanto nuestro cerebro no se deteriora a causa del conflicto, ambición, esfuerzo, lucha, sentimiento de soledad, el desaliento, etc. tenemos energía en abundancia.

El hábito mecánico produce desorden, porque cuando la energía funciona siempre dentro de un límite estrecho, lucha por abrirse paso y esto constituye la esencia del conflicto.

Viva sin autoridad, sin comparación y descubrirá qué cosa tan extraordinaria es. Ud. tiene una tremenda energía cuando no está compitiendo, comparando ni reprimiéndose; usted está realmente vivo, sano, completo, y es, por lo tanto, sagrado. Existe una cualidad de la mente que está despierta y observando siempre, observando aunque no haya nada que aprender.


Krishnamurti.


Comentarios

  1. Pao, a veces decimos que estamos faltos de energía, pero es que como bien dicen las letras que nos regalas, no es que nos falte esa energía... es que la que teníamos la estamos desperdiciado en tonterías.
    Debemos aprender a ahorrar nuestra propia energía y a consumirla en vivir realmente la vida, pero nos queda mucho aún para aprender bien esta lección.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Resulta primordial entender que la energía por si sola, no materializa las situaciones o deseos como en la tele o las películas. Para que la energía sea palpable, alcanzable, y de larga duración hay que respaldarla en la vida diaria con actos de, servicio con amor, lenguaje del amor y el trabajo con amor!
    Un Besito marino!

    ResponderEliminar
  3. La energía no se desperdicia ni se pierde...solo se transforma y se equilibra...Estar centrados y en estado de plena conciencia es una gran oportunidad de monitorearnos a nosotros mismos para saber en que estamos equilibrados y en que no...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

A todo caminante que la vida trajo por aqui, le agradezco que deje su huella. Un abrazo!!!

Entradas populares de este blog

Ayúdame a mirar...

“Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. Viajaron al sur. Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando. Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad del mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura. Y cuando al fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió al padre: "¡Ayúdame a mirar!" ( Eduardo Galeano.) La petición del niño ante la sorpresa azul del inmenso mar es la más bella expresión de lo que hombres y mujeres podemos hacer unos por otros en la búsqueda permanente que marca nuestra existencia. ¡Ayúdame a mirar! Tú no puedes mirar por mí, no puedes obligarme a mirar, no puedes hacer que yo vea lo que tú ves, no puedes forzarme, no puedes prestarme tus ojos, tus ideas, tu experiencia. Pero puedes ayudarme. Ya me has ayudado con llevarme al sur, con atravesar la arena conmigo, con pone

Dicen que antes de entrar en el mar...

“Dicen que antes de entrar en el mar, EL RIO tiembla de miedo... mira para atrás, para todo el día recorrido, para las cumbres y las montañas, para el largo y sinuoso camino que atravesó entre selvas y pueblos, y vé hacia adelante un océano tan extenso, que entrar en él es nada más que desaparecer para siempre. Pero no existe otra manera. El río no puede volver. Nadie puede volver. Volver es imposible en la existencia. El río precisa arriesgarse y entrar al océano. Solamente al entrar en él, el miedo desaparecerá, porque apenas en ese momento, sabrá que no se trata de desaparecer en él, sino volverse océano.” Khalil Gilbran.

Decir lo que se siente...

Decir lo que se siente exactamente como se siente. Claramente, si es claro, oscuramente si es oscuro; confusamente si es confuso. Fernando Pessoa.