Ir al contenido principal

El significado de los milagros.


Principios de los milagros 1ª parte.

1. No hay grados de dificultad en los milagros. No hay ninguno que sea más "difícil" o más "grande" que otro. Todos son iguales. Todas las expresiones de amor son máximas.

2. Los milagros -de por sí- no importan. Lo único que importa es su Origen, El Cual está más allá de toda posible evaluación.

3. Los milagros ocurren naturalmente como expresiones de amor. El verdadero milagro es el amor que los inspira. En este sentido todo lo que procede del amor es un milagro.

4. Todos los milagros significan vida, y Dios es el Dador de la vida. Su Voz te guiará muy concretamente. Se te dirá todo lo que necesites saber.

5. Los milagros son hábitos, y deben ser involuntarios. No de­ben controlarse conscientemente. Los milagros seleccionados conscientemente pueden proceder de un falso asesoramiento.

6. Los milagros son naturales. Cuando no ocurren, es que algo anda mal.

7. Todo el mundo tiene derecho a los milagros, pero antes es nece­sario una purificación.

8. Los milagros curan porque suplen una falta; los obran aquellos que temporalmente tienen más para aquellos que temporalmente tienen menos.

9. Los milagros son una especie de intercambio. Como toda ex­presión de amor, que en el auténtico sentido de la palabra es siem­pre milagrosa, dicho intercambio invierte las leyes físicas. Brindan más amor tanto al que da como al que recibe.

10. Cuando se obran milagros con vistas a hacer de ellos un espec­táculo para atraer creyentes, es que no se ha comprendido su propósito.

11. La oración es el vehículo de los milagros. Es el medio de comu­nicación entre lo creado y el Creador. Por medio de la oración se recibe amor, y por medio de los milagros se expresa amor.

12. Los milagros son pensamientos. Los pensamientos pueden re­presentar el nivel inferior o corporal de experiencia, o el nivel superior o espiritual de experiencia.Uno de ellos da lugar a lo físico, el otro crea lo espiritual.

13. Los milagros son a la vez comienzos y finales, y así, alteran el orden temporal. Son siempre afirmaciones de renacimiento, que parecen retroceder, pero que en realidad van hacia adelante.Cancelan el pasado en el presente, y así, liberan el futuro.

14. Los milagros dan fe de la verdad. Son convincentes porque proceden de la convicción. Sin convicción degeneran en magia, que es insensata, y, por lo tanto, destructiva; o más bien, el uso no creativo de la mente.

15. Todos los días deberían consagrarse a los milagros. El propó­sito del tiempo es que aprendas a usarlo de forma constructiva. El tiempo es, por lo tanto, un recurso de enseñanza y un medio para alcanzar un fin. El tiempo cesará cuando ya no sea útil para facilitar el aprendizaje.

16. Los milagros son recursos de enseñanza para demostrar que dar es tan bienaventurado como recibir. Aumentan la fortaleza del que da y simultáneamente le dan fortaleza al que recibe.

17. Los milagros transcienden el cuerpo. Son cambios súbitos al dominio de lo invisible, más allá del nivel corporal.Por eso es por lo que curan.

18. El milagro es un servicio. Es el máximo servicio que le puedes prestar a otro. Es una manera de amar al prójimo como a ti mismo, en la que reconoces simultáneamente tu propia valía y la de él.

19. Los milagros hacen que las mentes sean una en Dios. Se basan en la cooperación porque la Filiación es la suma de todo lo que Dios creó. Los milagros reflejan, por lo tanto, las leyes de la eter­nidad, no las del tiempo.

20. Los milagros despiertan nuevamente la conciencia de que el espíritu, no el cuerpo, es el altar de la verdad. Este reconoci­miento es lo que le confiere al milagro su poder curativo.


Un Curso de Milagros.


Comentarios

Publicar un comentario

A todo caminante que la vida trajo por aqui, le agradezco que deje su huella. Un abrazo!!!

Entradas populares de este blog

Ayúdame a mirar...

“Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. Viajaron al sur. Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando. Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad del mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura. Y cuando al fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió al padre: "¡Ayúdame a mirar!" ( Eduardo Galeano.) La petición del niño ante la sorpresa azul del inmenso mar es la más bella expresión de lo que hombres y mujeres podemos hacer unos por otros en la búsqueda permanente que marca nuestra existencia. ¡Ayúdame a mirar! Tú no puedes mirar por mí, no puedes obligarme a mirar, no puedes hacer que yo vea lo que tú ves, no puedes forzarme, no puedes prestarme tus ojos, tus ideas, tu experiencia. Pero puedes ayudarme. Ya me has ayudado con llevarme al sur, con atravesar la arena conmigo, con pone

Dicen que antes de entrar en el mar...

“Dicen que antes de entrar en el mar, EL RIO tiembla de miedo... mira para atrás, para todo el día recorrido, para las cumbres y las montañas, para el largo y sinuoso camino que atravesó entre selvas y pueblos, y vé hacia adelante un océano tan extenso, que entrar en él es nada más que desaparecer para siempre. Pero no existe otra manera. El río no puede volver. Nadie puede volver. Volver es imposible en la existencia. El río precisa arriesgarse y entrar al océano. Solamente al entrar en él, el miedo desaparecerá, porque apenas en ese momento, sabrá que no se trata de desaparecer en él, sino volverse océano.” Khalil Gilbran.

Decir lo que se siente...

Decir lo que se siente exactamente como se siente. Claramente, si es claro, oscuramente si es oscuro; confusamente si es confuso. Fernando Pessoa.