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Veinte años después : En el Lago Baikal


Veo el agua corriendo, ya son las cinco de la tarde. Acompaño al pequeño riachuelo hasta donde se encuentra con uno de los lugares más hermosos de la tierra: el lago Baikal en Siberia.

‘Un río nunca pasa dos veces por un mismo lugar” dice un filósofo. “La vida es como un río”, dice otro filósofo, y llegamos a la conclusión de que esta es la metáfora más próxima del significado de la vida.

Pero hoy acabo de descubrir algo diferente: existe un río dentro del río; es el que nos muestra el camino a seguir, es el alma de las aguas que está a mi lado en esta pequeña aldea, donde todavía podemos encontrar un pozo y a los habitantes llegando hasta el lugar para cargar el agua. Hace cuánto tiempo que no veo un pozo de verdad que da de beber a todo un poblado?.

Contemplo de nuevo el río, trato de ser como él y veo las lecciones que me está enseñando:

A] Siempre estamos delante de la primera vez. Mientras nos movemos entre nuestro naciente ( el nacimiento) hacia nuestro destino (muerte), los paisajes serán siempre nuevos. Debemos enfrentar todas estas novedades con alegría y no con miedo – ya que es inútil temer lo que no se puede evitar. Un río no deja de correr jamás.

B] En un valle, andamos más lentamente. Cuando todo a nuestro alrededor es más fácil, las aguas se vuelven más tranquilas, somos más amplios, más generosos.

C] Nuestros márgenes siempre son fértiles. La vegetación sólo nace donde existe el agua. Quien entra en contacto con nosotros, necesita entender que estamos allí para dar de beber a quien tiene sed.

D] Las piedras necesitan ser contorneadas. Es evidente que el agua es más fuerte que el granito, pero para eso es necesario tiempo. No adelanta dejarse dominar por obstáculos más fuertes, o tratar de chocar contra ellos; gastaremos nuestra energía para nada, es mejor tratar de entender dónde se encuentra la salida y seguir adelante..

E] Las depresiones necesitan paciencia. De repente el río entra en una especie de agujero y deja de correr con la alegría de antes. En estos momentos la única manera de salir es contando con la ayuda del tiempo. Cuando llegue el momento cierto, la depresión se llenará de agua y él podrá seguir adelante. En el lugar donde había un agujero negro y sin vida, ahora existe un lago, que otros pueden contemplar con alegría.

F] Somos únicos. Nacemos en un lugar que estaba destinado para nosotros, que nos mantendrá siempre alimentados de agua, lo suficiente para que, delante de obstáculos o depresiones, podamos tener la paciencia o la fuerza necesaria para seguir adelante. Empezamos nuestro curso de manera suave, frágil, donde hasta una simple hoja nos detiene. Mientras tanto, como respetamos el misterio de la fuente que nos engendró y confiamos en su Eterna sabiduría, poco a poco vamos ganando todo lo que nos es necesario para recorrer nuestro camino.

G] Aunque seamos únicos, en breve seremos muchos. A medida que caminamos, las aguas de otras nacientes se aproximan, porque aquél es el mejor camino para seguir. Entonces ya no somos apenas uno, sino muchos y hay un momento en que nos sentimos perdidos. Entretanto, como dice la Biblia, “todos los ríos corren hacia el mar”. Es imposible permanecer en nuestra soledad, por más romántica que ella nos parezca. Cuando aceptamos el inevitable encuentro con otras nacientes, acabamos entendiendo que eso nos hace mucho más fuertes, rodeamos los obstáculos y llenamos las depresiones en mucho menos tiempo y con mayor facilidad.

H] Somos un medio de transporte. De hojas, de barcos de ideas. Que nuestras aguas sean siempre generosas, que podamos llevar siempre adelante todas las cosas o personas que necesiten de nuestra ayuda.

I] Somos una fuente de inspiración. Por lo tanto dejemos a un poeta brasileño, Manuel Bandeira, las palabras finales:


“Ser como un río que fluye
Silencioso en medio de la noche
Sin miedo a la oscuridad.
Si hay estrellas en el cielo, reflejarlas.
Y si el cielo se llena de nubes
Como el río las nubes son aguas
Reflejarlas también sin tristeza
En las profundidades tranquilas.”



Paulo Coelho.

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