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Afinidad.


No es el más brillante,pero es el más sutil delicado y penetrante de los sentimientos.
No importa el tiempo, la ausencia, los aplazamientos, la distancia, las imposibilidades.
Cuando hay afinidades, cualquier reencuentro retoma la relación, el diálogo, la conversación el afecto, en el punto exacto en el que fue
interrumpido.
AFINIDAD es la victoria de lo adivinado sobre lo real, de lo subjetivo sobre lo objetivo, de lo permanente sobre lo pasajero, de lo básico sobre lo superficial.
Tener afinidad es muy raro. Pero, cuando existe, no precisa de códigos verbales para manifestarse.
Ella existía antes del conocimiento, irradia durante él y permanece después de que las personas dejen de estar juntas.
AFINIDAD es pensar lejos, pensando parecido respecto a dos mismos hechos que
impresionan, conmueven, sensibilizan.
AFINIDAD es recibir lo que viene de dentro con una aceptación anterior al
conocimiento.
AFINIDAD es sentir con... no sentir contra... Sentir con es no tener necesidad de
explicación de lo que se está sintiendo. Es mirar y percibir.
AFINIDAD es un sentimiento singular, discreto e independiente.
Puede existir a kilómetros de distancia, pero es adivinado en la manera de hablar, escribir, andar, respirar...
AFINIDAD es retomar la relación en el momento en que se detuvo.
La separación fue sólo una oportunidad dada por el tiempo para que la maduración pudiera darse y que cada persona pudiese ser cada vez más.

Artur da Távola.


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